La ideología de género se acaba cuando se confronta con la realidad, es así de simple.
Se suele poner de ejemplo a países del primer mundo como Australia y NZ como los modelos a seguir. Mucho se habla de la abundancia económica que llegaron a acumular pero poco sobre lo que realmente son: sociedades hundidas en el progresismo y el marxismo cultural, y anestesiadas por un consumismo vacío que lejos está de aumentar la calidad de vida a la gente.
La Nueva Izquierda ha colonizado culturalmente a la naciones “libres y prósperas” de occidente, y esto es por culpa de la existencia de una centroderecha dormida que no supo entender la importancia de la conservación cultural y la tradición como contenedores del desarrollo económico y tecnológico.
En Australia, NZ, Canadá, gran parte de Europa y EEUU, los chicos en la educación formal son bien adoctrinados en esta ideología de género, de la “autopercepción” y del “multiculturalismo”, y salen de la universidad odiando a la tradición cristiana y sin saber distinguir entre lo que es un hombre y una mujer.
Esto nos deja una muy buena lección: con comercio y capitalismo no es suficiente, porque el relativismo moral izquierdista siempre está al acecho, y más aún en sociedades anestesiadas por el confort económico y los vicios propios del consumismo. Son sociedades que difamaron y olvidaron su reserva moral cristiana y empezaron a abrazar incrédulamente toda la agenda del marxismo cultural.
Téngase presente.
